Cuando uno se pone el uniforme se piensa que todos tenemos que decir “sí señor”, llega uno y dice no. Cosas que pasan.
“Tengo una máxima en la vida, una máxima inspiradora que me marca el camino y dirige mis pasos. Creo que es necesario transmitir emociones y sentimientos mediante momentos irrepetibles, haciéndolos eternos con un click. Pasional siempre, ilusionado en cada proyecto de mi vida personal y profesional. Ese soy yo”.
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Hasta en China se puede decir que no…El problema es lo que tienes que pagar por ello.
Toda la razón, Fernando. Aquí y en la Conchinchina