Los candados de amor también han llegado a China, en la Gran Muralla se puede ver miles de candados con lacitos y los nombres de los enamorados, lo que no sé es lo que hacen con la llave después de sellar su amor. En Italia la tiran al río Tíber después de haber prometido amor eterno con el correspondiente candado y depositado en las barandillas del puente Milvio. Una historia esta que según parece comienza con la publicación en 2006 del libro “Tengo ganas de ti” de Federico Moccia, en el que sus protagonistas hacen novillos para sellar su amor después de un año de relación, el símbolo, el candado, hoy engalanan las barandillas de este puente milenario romano, no sin polémica. En España pasa algo parecido en el puente de Triana de Sevilla, gracias a los estudiantes italianos becados por Erasmus que han exportado está idea, y por supuesto ya hay una iniciativa en internet que causa furor.
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Parece que en todos los sitios quedan inocentes que creen que las cerraduras solo se abren con una llave.