El lago estaba como un plato. Reflejaba el cielo panza de burro que no se animaba a descargar. ¿Saldremos secos de esto? Sin embargo, en los rápidos del río esperaban rocas traicioneras. Una de ellas ya tiene nuestro nombre. Cuando el guía de las canoas traiga otro grupo comentará: “This is Miguel’s rock, the place where a stupid spanish take a scottish bath”. El río que nos lleva tiene estas cosas: rápidos, meandros, remolinos, rocas que te hacen volcar… Lo importante es saber manejar el remo para vencer los obstáculos. Si te caes, siempre puedes secarte echándote al coleto unas pintas y un malta.
Texto: Miguel A. Barroso
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