He tenido la gran suerte de poder contar y compartir parte de este viaje con la ayuda de Pablo, un compañero de trabajo que vive en Pekín desde hace ya más de cuatro años, habla chino, y es un gran amante de Oriente (y de sus mujeres), gran conocedor de esta ciudad, nos mostró la parte poco conocida por los turistas del otro Pekín. El Pekín que no está en las guías de turismo, nos enseñó los hutongs que aún quedan en pie (no los turísticos), y los que están desapareciendo siendo devorados por barrios más modernos llenos de edificios altos, nos llevó a uno de sus restaurantes favoritos, que está regentado por un popular fotógrafo callejero (en la imagen) que lleva años retratando, denunciando, y siendo un auténtico notario de la destrucción de los barrios antiguos pekineses, por lo cual ha tenido más de un problema con la administración pekinesa. Cenamos en su restaurante, comimos gran cantidad de platos chinos, bebimos “tsintao” típica cerveza china que estaba buenísima, y licores, por el desorbitado precio de 150 yuanes, es decir, 15 euros en total para tres personas. Un detalle que me sorprendió en este viaje culinario, de los rollitos de primavera y del arroz tres delicias, a los chinos les suena a eso, a chino.
2 Comments
Pero… ¿no te ibas a China de vacaciones? ¡Qué vicio! Me gustan todas, pero sobre todo la del tipo dormido con el bebé en brazos.
Tú ya me conoces, cuando puedo la profesión va por dentro, tengo que experimentar y buscar cosas nuevas que aprendo cada día desde mi puesto, salir a la calle y hacer fotos aunque sean en mis vacaciones es lo que "siempre" me ha gustado, y si puedo experimentar sin presiones tanto mejor. Quizas estás fotos de China no aporte nada nuevo, o sí, pero al menos lo habré intentado. Recibir correos como he recibido diciéndome que les gusta mi visión en las fotografías de China es para mi un honor y un orgullo.