Trabajando el pescador
Érase una vez un pescador que trabajaba mucho y veía poco a sus dos hijos. Todas las noches mientras los niños dormían les dejaba en la almohada una concha de mar, y les daba un dulce beso a cada uno.
Así durante siete días y en esa noche, les dejó una estrella de mar y les dió un dulce beso a cada uno.
Los niños al despertar y ver la estrella sabían que esa tarde verían a su papá.
Así durante siete días y en esa noche, les dejó una estrella de mar y les dió un dulce beso a cada uno.
Los niños al despertar y ver la estrella sabían que esa tarde verían a su papá.
Javier Berrocal
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Joder, que tierno. Pues ya te digo que con esta profesión estoy condenado a ser un pescador más,
saludos miguel