Desde 2003, casi el 15% de los pobladores del Iraq se han visto obligados a abandonar sus hogares. Los desplazados suman ya cuatro millones, de los cuales la mitad está constituida por niños y niñas. Muchos de ellos buscan refugio en comunidades de por sí pobres o afectadas por la violencia, lo que constituye una sobrecarga para los servicios sociales ya debilitados de esas localidades. Quienes se refugian fuera del Iraq confrontan un futuro incierto. En muchos casos, las complicaciones de su situación migratoria llevan a los refugiados a no solicitar atención de la salud o matricular a sus hijos en las escuelas. Además, entre los desplazados figuran miles de médicos, enfermeras, ingenieros y docentes. Ese éxodo, complicado por la muerte de muchos padres y madres debido a la violencia, priva a la niñez iraquí del apoyo que le deberían brindar muchos adultos de importancia fundamental en sus vidas.
Leer más.
Leer más.
Leave a reply