Locura.
Hacía calor, pero tanto calor no creo como para acabar con la novia debajo de los aspersores del jardín, o quizás, reminiscencias de la infancia. Envidia de ver a sus sobrinos jugando con el agua.
Hacía calor, pero tanto calor no creo como para acabar con la novia debajo de los aspersores del jardín, o quizás, reminiscencias de la infancia. Envidia de ver a sus sobrinos jugando con el agua.
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