Una de las cosas que a la gente le sorprende cuando me conocen es mi devoción por fotografiar cementerios, no sé el motivo, lo que sí sé es que no me da ningún morbo, pero sé que me gusta verlos, leer las lápidas, saber el tiempo en el cual les toco vivir… imaginar como fueron, y por supuesto la estética del propio cementerio, no hay dos iguales. Este por ejemplo es un cementerio real, sí real… y ya sé que todos los cementerios son reales, pero este es real real.
Mañana sigo con la boda… hoy paréntesis
3 Comments
Miguel, no sabia de tu afición a los cementerios… Cuando quieras vente pa Sevilla y te enseño el nuestro..
¿A que no has visto los fuegos fatuos del cementerio de Anchuelo?
Eso esta hecho maestro… y el de Anchelo no lo he visto, será cuestión de preguntar.