La plaza de San Marcos se remonta al siglo IX, cuando el dux abandonó el barrio de Malamocco y decidió que esa ubicación era el mejor sitio para establecer su residencia y los asuntos de gobierno, ya que allí confluían las principales vías del agua.
Desde su origen, incluso cuando todavía era un pequeño espacio dividido por un canal del río Batario, se convirtió en punto neurálgico de Venecia. En ella, se realizaban reuniones, celebraciones…
Existe un refrán popular que dice: “si las paredes hablaran”… En la plaza de San Marcos, las “paredes”, es decir, los edificios históricos que la rodean, hablan. Narran la historia de lo que fue llamado “el más bello salón de Europa”, recordando que en un principio tan solo era una extensión de la Basílica de San Marcos y del Palacio Ducal, hasta llegar a convertirse en esta inmensa plaza de ciento ochenta metros de largo por setenta de ancho.
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Que grande eres buenisimas