No hay nada más erótico que enseñar y no ver nada, dejar que el mayor órgano sexual trabaje, es decir; el cerebro. Imaginar lo que uno no puede ver. ¿Has visto que chula la estrella de mar?
No hay nada más erótico que enseñar y no ver nada, dejar que el mayor órgano sexual trabaje, es decir; el cerebro. Imaginar lo que uno no puede ver. ¿Has visto que chula la estrella de mar?