No llueve sobre Madrid, nos hace falta un poco de agua que nos de tranquilidad durante esta campaña que nos tiene a todos muy tensos.
No llueve sobre Madrid, nos hace falta un poco de agua que nos de tranquilidad durante esta campaña que nos tiene a todos muy tensos.
Hay gotitas difíciles que se resisten a ser inmortalizadas.
Después de la lluvia siempre nos quedan las gotas nocturnas.
No hay sólo una gota, como nunca hay una sola verdad.
Hay gotas borrosas, y gotas envidiosas… Y gotas que luchan por ser fieles así mismos y con los demás. Suerte gota que no lo tenemos fácil.
Gota a gota, una inofensiva gotita puede convertirse en una auténtica tortura.